Antes del tiempo, ya eras Dios,
con voz de amor creaste el sol.
Formaste al hombre con tus manos,
pero elegimos otro plan.
(Génesis 1:1; Juan 1:1–3)
Caímos lejos de tu luz,
el alma rota en soledad.
Perdidos fuimos, sin camino,
mas no dejaste de amar.
(Isaías 53:6; Romanos 3:23)
Profetas hablaron, la promesa llegó,
una estrella anunció tu compasión.
El cielo bajó, nació la verdad,
el Verbo se hizo humanidad.
(Isaías 9:2; Juan 1:14)
El Cordero vino a dar su vida,
el Rey sirvió con humildad.
El Justo cargó la cruz que era mía,
por gracia me vino a salvar.
(Filipenses 2:5–8; Isaías 53:4–5)
¡Este es el Evangelio!
Tu amor venció el pecado,
tu sangre fue mi precio,
tu cruz, mi libertad.
La tumba ya no canta,
porque Cristo resucita.
¡El Rey de Gloria vive!
¡Su historia es mi verdad!
(Romanos 1:16; 1 Corintios 15:3–4)
Tres días en silencio… y luego la luz,
la piedra movida, Jesús resucitó.
Victoria sellada, la muerte cayó,
la vida triunfó… ¡todo cambió!
(Mateo 28:5–6; 1 Pedro 1:3)
Ahora en mí habita su Espíritu fiel,
ya no soy esclavo, soy hijo del Rey.
Mi pasado enterrado, mi futuro en su voz,
mi alma canta: ¡Cristo es mi Dios!
(Gálatas 2:20; Romanos 8:15)
¡Este es el Evangelio!
Tu amor venció el pecado,
tu sangre fue mi precio,
tu cruz, mi libertad.
La tumba ya no canta,
porque Cristo resucita.
¡El Rey de Gloria vive!
¡Su historia es mi verdad!
(Romanos 1:16; 1 Corintios 15:3–4)
Y cuando regrese en majestad,
mi boca y alma lo adorarán.
No hay historia como esta,
la historia eterna del gran Yo Soy.
(Apocalipsis 1:7; Hebreos 13:8)
🌟 Presentación
Esta alabanza fue inspirada en el deseo de resumir en una sola canción el corazón del Evangelio: desde la creación hasta la eternidad futura. Su letra sigue el hilo narrativo de la Biblia, mostrando a Cristo como el centro de toda la historia de la salvación.
Cada parte de la canción está firmemente arraigada en las Escrituras:
Creación y propósito – Dios eterno, creador del cielo y la tierra (Génesis 1:1; Juan 1:1–3).
Caída y necesidad de redención – La humanidad se apartó de su luz (Isaías 53:6; Romanos 3:23).
Promesa y cumplimiento – Los profetas anunciaron la venida del Salvador (Isaías 9:2).
Encarnación – El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (Juan 1:14).
Cruz y sacrificio – El Cordero entregó su vida por amor (Isaías 53:4–5; Filipenses 2:5–8).
Resurrección y victoria – Cristo venció la tumba y resucitó glorioso (Mateo 28:5–6; 1 Corintios 15:3–4).
Nueva vida en el Espíritu – El creyente es hecho hijo de Dios (Gálatas 2:20; Romanos 8:15).
Esperanza eterna – La promesa de su regreso en gloria (Apocalipsis 1:7; Hebreos 13:8).
La canción fue escrita para proclamar el Evangelio completo, no como un relato lejano, sino como una verdad viva y eterna que transforma corazones.
Su mensaje central es claro: Jesucristo es el Alfa y la Omega, el principio y el fin, y en Él encontramos nuestra libertad, victoria y esperanza eterna.