El Evangelio de Cristo

Alabanza

El Rey Que Venció

Desde antiguo lo anunciaron, los profetas lo dijeron:
“El ungido ha de venir, luz de gloria en el desierto.”
📖 “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.” (Isaías 9:2)
📖 “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová…” (Isaías 61:1)

Isaías vio su llaga, Daniel su trono eterno,
📖 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados.” (Isaías 53:5)
📖 “Y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de hombre… y le fue dado dominio eterno.” (Daniel 7:13-14)

Zacarías al Mesías, cabalgando sobre un siervo.
📖 “He aquí, tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno.” (Zacarías 9:9; Mateo 21:5)

Él nació sin honra, pero lleno del poder,
📖 “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores…” (Isaías 53:3)
📖 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.” (Juan 1:14)

La Palabra hecha carne, vino a padecer.
📖 “Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” (Filipenses 2:8)

Fue tentado y herido, mas nunca cayó,
📖 “Sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” (Hebreos 4:15)

En la cruz fue vencido… pero allí nos salvó.
📖 “Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.” (Colosenses 2:15)


¡Cristo venció! Con poder y gloria resucitó.
📖 “No está aquí, pues ha resucitado, como dijo.” (Mateo 28:6)

¡Cristo reinó! Sobre todo nombre, se levantó.
📖 “Dios le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre.” (Filipenses 2:9)

Los siglos hablaron, las sombras huyeron,
📖 “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” (Juan 1:5)

Su Reino es eterno, en Él yo me muevo.
📖 “Recibiendo un reino inconmovible, tengamos gratitud…” (Hebreos 12:28)
📖 “En él vivimos, y nos movemos, y somos.” (Hechos 17:28)


Ya no vivo yo, Cristo vive en mí,
📖 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.” (Gálatas 2:20)

Soy un templo de Su Espíritu aquí.
📖 “¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo…?” (1 Corintios 6:19)

Nueva criatura, redimido soy,
📖 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es.” (2 Corintios 5:17)

Más que vencedor… ¡por Su amor y Su voz!
📖 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” (Romanos 8:37)
📖 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.” (Juan 10:27)


¡Cantad al Rey de gloria!
📖 “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas… y entrará el Rey de gloria.” (Salmo 24:7-8)

¡Al Rey de justicia y paz!
📖 “Y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” (Isaías 9:6)

Su Reino es nuestra historia,
📖 “El reino del mundo ha venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo.” (Apocalipsis 11:15)

¡Y Su Espíritu vive ya!
📖 “El Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros.” (Romanos 8:11)

Desde los profetas hasta la cruz,
📖 “Era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito… en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos acerca de mí.” (Lucas 24:44)

Y del sepulcro al trono de luz…
📖 “A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos… exaltado por la diestra de Dios.” (Hechos 2:32-33)

¡Cristo venció! ¡Cristo venció!
Y por Su sangre, vencedor yo soy!
📖 “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero.” (Apocalipsis 12:11)

Presentación

Desde la eternidad, la voz de los profetas anunció una promesa: vendría un Rey, humilde y glorioso, siervo y soberano, que cargaría nuestras culpas y traería salvación. Ese Rey es Cristo, el Hijo de Dios, que venció en la cruz lo que ningún hombre pudo vencer: el pecado, la muerte y el poder de las tinieblas.

“Despreciado y desechado entre los hombres” (Isaías 53:3), caminó entre nosotros en obediencia y amor. Tentado, herido, rechazado, pero jamás derrotado. En la cruz pareció vencido, pero allí conquistó nuestra victoria eterna: “Despojando a los principados y potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15).

Su resurrección abrió un nuevo amanecer. El Rey se levantó con poder y gloria, y hoy su Reino permanece inconmovible: “Dios le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2:9).

Esta alabanza es un canto de victoria, un eco eterno de la obra consumada de Cristo. No es solo una historia antigua: es la herencia viva de todo aquel que cree en Él.
Porque en Jesús, ya no vivimos nosotros: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20).
En Él, somos redimidos, restaurados y más que vencedores.

Hoy cantamos con gratitud y esperanza:
📖 “Cantad al Rey de gloria… porque suyo es el Reino, el poder y la gloria por los siglos.” (Salmo 24:8; Mateo 6:13)

Cristo venció… y por Su sangre, nosotros también vencimos.
Él es nuestro Rey, nuestro Redentor, nuestro triunfo eterno.